Un blanqueamiento dental no es un tratamiento para tomar a la ligera. Desde hace algún tiempo, proliferan todo tipo de procedimientos que prometen una sonrisa blanca y bonita. Sin embargo, no mencionan los posibles riesgos que corre la boca si no se hace con garantías.

Los blanqueadores dentales caseros, al igual que las pastas blanqueadoras, han ido ganando adeptos desde su salida al mercado.

También se han incrementado las ofertas de tratamientos en clínicas de estética, peluquerías o spas que utilizan sustancias blanqueadoras. Entre ellas, el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida. Dichas sustancias se emplean en clínicas dentales pero en una proporción mínima a fin de evitar riesgos.

Incluso es habitual que en estos blanqueamientos alternativos se empleen materiales abrasivos. Estos productos rayan el diente, y al rayarlo parece que es más blanco. Estos tratamientos están totalmente desaconsejados. El esmalte no se regenera, con lo que cualquier pérdida lo será para siempre. Aunque estas técnicas nos den la impresión de funcionar ya que consiguen aclarar un poco los dientes los obtienen unos resultados estéticos reales.

Los peligros de un tratamiento abrasivo, o no controlado, pueden implicar un alto coste. Entre las consecuencias:

  • Sensibilidad extrema
  • Desgaste o la pérdida de esmalte
  • Falta de resultados
  • Dolores agudos en los dientes con caries

Ante todo, es importante que un profesional valore nuestro tipo de esmalte, si es permeable y, por lo tanto, la sensibilidad que va a tener. También valora si los hábitos y la forma de vida son compatibles a largo plazo con un tratamiento de blanqueamiento.

Los pacientes con problemas de encías son un grupo de pacientes especialmente sensibles a este tipo de tratamientos. Por lo que hay que realizar una valoración previa ya que pueden desarrollar sensibilidades importantes. Especialmente, aquellos que tienen las raíces descubiertas.

Además, no todos los pacientes, ni todos los colores de dientes reciben el mismo protocolo de blanqueamiento. Hay que hacerlo a medida de cada diente.

 

Los trucos de andar por casa

En internet es fácil encontrarse con trucos de andar por casa. Los trucos con bicarbonato, vinagre, limón, etc. A estos trucos se recurre sin pensar que también pueden tener efectos nocivos sobre la dentadura.

Aunque pueden ayudarnos nunca van a tener los mismos resultados que un blanqueamiento dental clínico con sustancias químicas. Y si se abusa de estos trucos podemos acabar produciendo abrasiones importantes.

Acude a nuestros centros, te asesoramos con la exclusividad y la atención que mereces. Nuestro objetivo es que consigas la sonrisa blanca y radiante que deseas, sin asumir ningún riesgo.