La enfermedad periodontal, coloquialmente entendida como piorrea, es la patología infecciosa bacteriana que afecta a los tejidos de soporte de la boca (el hueso y la encía).
Esta enfermedad tiene un componente genético hereditario pero también puede activarse en presencia de excesivo sarro subgingival, pacientes muy fumadores o falta de higiene. El sarro sirve de alimento para estas bacterias no deseadas, encargadas de destruir el hueso que rodea los dientes. Es muy importante que el paciente sepa que esta enfermedad es CRÓNICA y que aunque tiene tratamiento, éste debe realizarse de manera continua.
Se agrava notablemente en pacientes fumadores evitando el éxito del tratamiento casi en un 50% de los casos.
Antiguamente no existía mucha información acerca de esta enfermedad ni por tanto tratamiento, y los pacientes afectados perdían sus dientes. Actualmente, contamos con diagnósticos eficaces y tratamientos crónicos muy válidos para evitar la pérdida dentaria y la destrucción del hueso que impide una colocación posterior de implantes de éxito. Esta enfermedad afecta a lo que esté en contacto con el hueso, es decir, dientes o implantes y es por eso que ambos deben estar en continua revisión y vigilancia para mantener a raya la enfermedad.
El tratamiento depende del estadío de la enfermedad, es decir, existen 3 estadíos, leve, moderado o grave, dependiendo de lo avanzada que la patología se halle. Es de entender, que el éxito del tratamiento es mayor cuanto más temprano comienza y que una vez que se realiza, el mantenimiento de por vida es crucial para evitar la reactivación y para establecer un estado de salud.
La enfermedad periodontal agrava problemas sistémicos generales como la diabetes, cardiopatías, partos prematuros, problemas óseos, gastrointestinales y muchos más. Además impide la eficacia de los tratamientos para estas enfermedades reduciendo su efectividad. Ahora según el reciente estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid e investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) y la Universidad de Qatar y con la colaboración de expertos del Instituto de Salud Oral del Hamad Medical Corporation de Doha, se ha demostrado la estrecha relación de la enfermedad periodontal con el desarrollo de neumonía.
Actualmente, se conoce que la infectividad del SARS-CoV-2 depende de su capacidad para penetrar en las células, utilizando la enzima transformadora de angiotensina-2 (ECA-2) como el receptor principal y la puerta de entrada de este virus en la célula. Puesto que las células epiteliales en diferentes mucosas de la cavidad oral muestran una alta expresión de ECA-2, y dado que la cavidad oral es una de las primeras interfaces entre el exterior y el cuerpo, se considera que hay una alta potencialidad de que esta vía de colonización e infección viral sea determinante para la aparición de COVID-19.
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